Acabo de volver de vacaciones a mi gratificante-a-ratos curro y en mi tiempo de ocio durante estos días no he hecho demasiado por mi status gamer.
En mi haber tengo muchos ‘pecados de gamer’ de esos que cuando algún subidito en foros o redes sociales se entera te dice que ‘no eres un gamer de verdad’. En vez de intentar reducirlos como una expiación semanasantera he pasado mucho de ello y me he centrado en jugar a un sonado juego del año pasado: Star Wars – Jedi Fallen Order.
De como el Jedi recuperó la marcha
El juego sorprendió desde un principio porque su anuncio fue raro de narices en el E3 de 2018, ahí de colegueo sentados entre el publico el desarrollador de Respawn (los de Apex Legends y Titanfall) y la presentadora del evento de EA. Ni logo, ni gameplay, ni trailer ni nada. Luego sorprendió porque fue el juego que muchos querían y no sabían que necesitaban. Quisiera creer que retoma ideas del fallido Star Wars 1313, un juego que según los trailers era un juegazo ambientado en las zonas sórdidas de la Capital Imperial, Coruscant y parecía similar en partes del gameplay, pero se que no es así.
Lo veo más como un intento de hacer un The Force Unleashed bajo el nuevo canon de Disney, que tras comprar Star Wars procedió a cepillarse todo lo que salió anteriormente rellenando huecos de este universo en novelas, comics, juegos y demás (no se si con la excusa de que la empresa ratonil pudiera hacer pasar por caja a los fans re-contando cosas).
El juego en si es sorprendentemente bueno. El guión es sólido, todos los personajes se hacen de querer, desde el prota Cal Kestis hasta el piloto látero Greez pasando por el über adorable droide BD-1 (Mass Effect enseñó que si quieres una vinculación emocional necesitas que tengan voz y pequeñas escenas en los que te cuenten su vida y puedas ver su personalidad).
La música es tan grandilocuente como podríamos esperar de los herederos de John Williams, los gráficos son de impresión y está muy integrado dentro del nuevo canon con miles de pequeños guiños (y algún cameo bestial) lo cual los fans lo agradecen. De hecho hay algunos elementos que han sido rescatados del canon obsoleto (Star Wars Leyends, lo llaman) y los fans más hardcore harán palmas con las nalgas.
Fallen Order sigue siendo una mezcla de géneros, como suele pasar últimamente con los AAA. Han tomado un Sekiro (o un Dark Souls) y lo han integrado junto con un Uncharted/Tomb Raider, tras darle una pátina de la saga de ciencia ficción más rentable de todos los tiempos. Y no hace falta ver mucho para darse cuenta de que es un Metroidvania, un juego de exploración en el que hay que revisar zonas ya visitadas tras conseguir nuevas habilidades que permiten explorar zonas que antes no. Desde aquí una mención especial a los desarrolladores por ponerlo más fácil usando pequeños elementos como el fantástico mapa que indica por donde has estado, donde no y por donde puedes ir al conseguir habilidades nuevas.
En el espacio nadie puede oirte quejarte de las medidas de seguridad
Aun así tengo que mencionar la gran debilidad estructural que tiene Star Wars y que me ha permitido avanzar en este juego a pesar de no ser capaz de ejecutar un parry por muy calmado que esté y telegrafiado me venga. Un elemento TAN llamativo y tan integrado dentro de Star Wars que uno puede no verlo, por mucho que pase por delante mil veces.
En Star Wars no hay barandillas.
Y yo soy un mago espacial con un palo brillante que puede empujar a la gente a distancia.
¿Veis mi problema?
El combate es entretenido y rara vez se pone agobiante, y menos si tomamos como ventaja que el fall damage es la muedte para los enemigos. Sean gusanos con esteroides, soldaditos con pocas luces, arañas enormes o arañas tóxicas (en serio, ¿qué pasa con las arañas aliens que están en todos lados?).
Tengo entradas en la base de datos de enemigos que no se llenarán nunca porque gasté los puntos de habilidad en el mayor empujón de la Fuerza posible cuando se me dio la menor oportunidad. Pica aunque sea satisfactorio obligar a un grupo de cuatro Stormtroopers a aprender a hacer vuelo sin motor. Chulería nivel padawan.*
Yo sigo ganando experiencia por esto y no necesito arriesgarme a perder vida o tiempo. Es fácil, es cómodo y me hace sentir un poco mal.
Ya sea porque los diseñadores de interiores imperiales prefieren esa estética antes que hacer sus localizaciones mínimamente seguras o porque da mal fario poner barandillas… Cosa que al final en la saga pasa factura al gran malo hecho de toallas: el Emperador Palpatine:
Aun así, el juego es una maravilla que hará las delicias de los fans de Star Wars y (un poco menos) de los fans de juegos de exploración y combate con mucho parry.
Eso si, si sois muy mancos luchando elegid sabiamente. Elegid empujar.
*[No nos engañemos, el protagonista es un padawan que no terminó su formación y que se enfrenta a enemigos que no tienen mucho más nivel que él. Los Inquisidores no llegan al nivel de un Caballero Jedi, la mayoría son padawans torturados hasta que se rindieron al Lado Oscuro**. Claro, cuando al final aparece un auténtico Sith lo único que puede hacer es huir como si no hubiera mañana. Porque no lo habrá.]
**[defenderé hasta mi último aliento que Reverso Tenebroso suena mucho mejor]